martes, 5 de octubre de 2010

Nota Infobae - 5 de Octubre 2010

Cuánto costará llegar en forma al verano

Se avecina el calorcito y los gimnasios comienzan a cobrar protagonismo. Con un aumento de precios del 15% en relación al año pasado, ir a hacer ejercicio cuesta menos de $6 diarios. Las ventajas de tener personal trainer



Todos los años pasa lo mismo. Cuando la temperatura comienza a ponerse agradable y se cae en la cuenta de que empezó la cuenta regresiva para la llegada del verano, los gimnasios empiezan a poblarse con el mismo objetivo en común: ponerse en forma.


En estas fechas los salones de clases están colmados de gente, las cintas para correr tienen lista de espera y el aire se torna espeso, producto de la transpiración y de la gran cantidad de personas que están constantemente circulando por el lugar.

En relación con el 2009 en el mismo período, este año las cuotas aumentaron hasta un 15%, dependiendo la zona. “Ir regularmente al gimnasio es una de las cosas más baratas que tenemos en Argentina, a valores de referencia internacional. Las cuotas, a igual características, acá están un 30% por debajo al resto de Latinoamérica. En Brasil, aún un poco más alto”, explicó Adrián Stoll, director de la cadena de gimnasios Well Club.

En las grandes cadenas de gimnasios los abonos mensuales parten de los $170,cuando se paga por medio de paquetes de varios meses y aumentan cuando se opta pagar cada 30 días. Estos espacios cuentan con aparatos de última tecnología, maquinas cardiovasculares, variedad de clases en los salones, yoga, spinning y pileta, según la sede.

Pero también hay gimnasios barriales, con menor variedad de aparatos y clases con tarifas más económicas. Los precios parten de los $100 con pase libre y hay paquetes de tres meses por $250.

Para Stoll, en primavera aumenta la cantidad de clientes que se acercan al gimnasio pero es una tendencia que va en descenso ya que los usuarios adoptaron “el saludable hábito de entrenar todo el año”.

En ese mismo sentido, Javier Petit de Meurville, gerente de Marketing y Relaciones Institucionales de Megatlon, destacó que la inscripción de socios nuevos “se mantiene todos los meses, registrando una leve suba en julio/agosto, pero no muy significativa”.

Y agregó: “Lo que sí se modifica es la tasa de uso, que en primavera/verano es un 60% más alta que en otoño/invierno. Esto nos parece que es un cambio muy saludable respecto de lo que sucedía 15 años atrás donde la gente se anotaba en el gimnasio meses antes del verano y nada más. La gente comprendió que los beneficios del ejercicio, por motivos propios de la fisiología humana, deben mantenerse todo el tiempo y no en unos meses del año”.

Si bien antes era común que las mujeres optaran por las clases y los hombres por los aparatos, ahora las preferencias por sexo se unificaron y cada vez es más frecuente que ambos compartan los mismos espacios.

“Los hombres buscan tonificar y definir el tren superior, ya que en general hacen deportes que involucren a las piernas, y las mujeres buscan tonificar el tren inferior. Pero gracias a los brazos de Madonna, Beyonce y Paula Trapani les encanta entrenar los brazos cada vez más”, destacó Stoll.

Por su parte, Petit de Meurville señaló que cada vez son más los usuarios que buscan “sentirse bien”. “Es un cambio muy positivo respecto de lo que sucedía 10 años atrás en donde el gimnasio se buscaba por razones estéticas. Si bien esto no queda descartado, lo principal que buscan es sentirse bien”, consideró.

Las novedades

En lo que respecta al cuidado del cuerpo, año tras año se encuentran más propuestas para mantener la figura al día. Una de las actividades más buscadas para realizar ejercicio son las clases de bailes.

Hay de todos los tipos: lambada, hip hop, reggaeton, comedia musical, axé, dancehall y un sinfín de propuestas. Algunas de estas clases se las encuentran mismo en los gimnasios pero cada vez es más frecuente que las mismas alumnas busquen hacerlo en escuelas especializadas.

Para tener un idea, en una academia de baile del barrio de Palermo, los precios parten de los $150 por dos clases semanales y $180 por tres. La matricula de inscripción cuesta alrededor de sesenta pesos.

Otra opción que sigue vigente son las clases dePilates , una técnica creada hace más de 70 años que se basa en ejercicios que mejoran la flexibilidad y la fuerza. En un estudio en Barrio Norte, por ejemplo, hay que pagar 260 pesos si lo que se quiere es ir tres veces por semana.

Quienes quieran lo último de lo último, las plataformas vibratorias Power Plate son una manera altamente efectiva de obtener más resultados en menos tiempo. Entre otras cosas, prometen reducir reservas de grasa, sobre todo en glúteos, pantorrillas y en la parte superior de piernas y brazos.

Sobre las plataformas se practican ejercicios similares a los de una clase de localizada y cada alumno debe ser evaluado en forma particular por profesionales según sus necesidades.

Las máquinas Power Plate no están en los gimnasios: sólo en centros oficiales Power Plate y también se las puede encontrar en centros de estética y spa.

El cuanto a los precios, van desde $80 la sesión y, según los especialistas, para llegar en forma hay que hacer gimnasia sobre la plataforma por lo menos dos veces por semana.

En Belgrano, por ejemplo, las plataformas se encuentran en el centro Ale Davis, donde el paquete de 8 sesiones cuesta $ 640. Para las oficinistas del microcentro está Suizen, donde cuatro sesiones cuestan $330, 8 sesiones (2 veces por semana) $600 y 12 sesiones (3 veces por semana) $860.

Gym a medida

Quienes busquen un tratamiento más personalizado deberán volcarse por un personal trainer , quien les da la posibilidad de salir del gimnasio para hacer actividades al aire libre y atender las necesidades concretas de la persona.

El seguimiento que el profesor hace del alumno es una de las tantas ventajas. Según Daniel Tangona, personal trainer de varios famosos locales, el entrenador personal te dedica toda la atención lo que dura la rutina.

“Se adapta exclusivamente a tus necesidades físicas y limitaciones. Además, ponés la hora y el lugar que mejor se adapte a tu comodidad. Te pasan a buscar, con lo cual ténes menor índice de faltas. El seguimiento del trainer es permanente y ve cómo vas avanzando día a día. La motivación es constante”, señaló.

Sin embargo, no cualquiera puede tener un personal trainer: el precio de tanta dedicación arranca desde los $50 y se recomienda, para un entrenamiento intensivo, al menos dos o tres veces por semana una hora y media. Además, el precio varía dependiendo de la necesidad del alumno.

“Uno de los beneficios principales es el seguimiento individual de los alumnos. Tanto desde los aspectos fisiológicos de la persona y su evolución, como de la técnica de los ejercicios”, explicó Federico Andrade, profesor de Educación Física que también se dedica a ofrecer clases personalizadas.

Por otra parte, los alumnos disponen de una mayor flexibilidad de horarios, y, según expresó el docente, “de alguna manera el compromiso asumido garantiza una cierta constancia fundamental para alcanzar el objetivo buscado”.

Quienes recién arrancan con el entrenamiento no deben esperar milagros porque, según el experto, los cambios estéticos recién se empiezan a notar con los seis meses de entrenamiento. “Lo que primero que experimenta el cuerpo son los cambios neuronales y luego de esa adaptación se empiezan a ver algunos musculitos, pero nada es mágico”, aseguró Tangona.